En primer lugar, los felpudos son su primera línea de defensa contra la suciedad, el barro y otros residuos que entran en su casa. Cuando se trata de mantener su casa limpia, los felpudos son sus mejores amigos.

En segundo lugar, los felpudos hacen que su puerta tenga un aspecto presentable y bonito. En tercer lugar, son una buena forma de recibir a los invitados y hacerles sentir bienvenidos, así como de hacerles reír mientras esperan que les abras la puerta. Y por último, los felpudos son una gran manera de dar a la gente una visión de su personalidad porque usted elegirá un felpudo que apela a sus sensibilidades e inclinaciones.

Nos quedamos con todo esto. Pero seamos realistas, si su felpudo está haciendo su trabajo correctamente, entonces en algún momento se va a ensuciar y se verá muy sucio y desgastado. Si no lo limpias bien y con regularidad, se convertirá en una cosa de aspecto desaliñado que estará fuera de tu puerta, saludando a la gente que pase por allí. ¿Es eso lo que quieres? Nosotros pensamos que no.

Además, si el felpudo está tan sucio, se perderá el propósito de tener un felpudo de bienvenida en primer lugar. Si la suciedad del felpudo llega a las suelas de los zapatos, ¡de qué sirve tener un felpudo!

Afortunadamente, no le cuesta nada, aparte de unos pocos minutos cada semana para mantener su felpudo limpio y en las mejores condiciones para hacer su trabajo. En serio, los felpudos son así de fáciles de limpiar y mantener. Síganos, le mostraremos cómo hacerlo.

Trucos y consejos sencillos para un tapete limpio

Programe una cita una vez a la semana para quitar el polvo en seco del felpudo. Ahora, vamos a necesitar una gran fuerza en la parte superior del cuerpo para lograr un óptimo sacudido del felpudo. Relájese, sólo estamos jugando con usted. Todo lo que tiene que hacer es

Sacudir sus tapetes de coco de Unimat vigorosamente o golpearlo contra una pared para deshacerse de toda la suciedad y los residuos sueltos. Ni que decir tiene que hay que hacerlo fuera para que nadie acabe estornudando en casa. Y la casa no se ensucie.

Para las partículas de suciedad más resistentes pegadas a las fibras, cuelga la alfombra, utiliza un palo, una escoba o cualquier otra cosa que tengas a mano y golpea la suciedad hasta dejarla sin vida.

Si todavía hay algo que ha sobrevivido a la paliza, le sugerimos que utilice un cuchillo sin punta o algo con un borde afilado para rasparlo.

Aspirado mensual

Mira esa alfombra es mucho más pequeña que cualquier habitación de tu casa. Una rápida aspiración una vez al mes no le llevará demasiado tiempo y eliminará cualquier suciedad que haya quedado demasiado profunda en las fibras como para eliminarla golpeando o cepillando. Aspirar el felpudo con regularidad no sólo lo mantendrá limpio, sino que tampoco permitirá que se formen manchas en él.

¿Qué tipo de aspiradora es ideal? Cualquier tipo de aspiradora, sinceramente. Sólo tiene que utilizar un accesorio que tenga esas cerdas. Esto aflojará toda la suciedad adherida a las fibras de la alfombra y ayudará a aspirarla.

Nos encontramos con este útil consejo: aprovecha el momento de la aspiración para echar un vistazo a tu felpudo y asegurarte de que todavía está en buenas condiciones. ¿Las fibras siguen siendo densas y gruesas? ¿Se ha aflojado el soporte? ¿Está el felpudo un poco desgastado? Si su felpudo parece desgastado, es hora de sustituirlo.

Cómo lavar el felpudo

Llega un momento en el que limpiar el polvo en seco elimina el polvo y la suciedad, pero no consigue que el felpudo vuelva a tener un aspecto fresco y nuevo. Es hora de lavarlo. Aunque lavar los felpudos es fácil, no todos los felpudos se pueden lavar. Los felpudos de fibra natural no se pueden lavar, ya que se estropearían las fibras.

Los felpudos que se imprimen con tintes solubles en agua se convertirían en un lío de colores al lavarse y podrían parecer deslavados después de un lavado. Los revestimientos de goma y vinilo de los felpudos podrían agrietarse o derretirse si los pasas por la secadora. Es mejor que compruebe las instrucciones de cuidado del fabricante antes de lavar su felpudo.

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