Puede que la adicción al móvil no esté formalmente reconocida, pero para muchas personas, la idea de no tener su teléfono móvil es imposible. A medida que nos volvemos más y más dependientes de los teléfonos móviles para conectarnos con otros, organizar nuestro tiempo y buscar información, puede parecer difícil arreglárselas sin él.
Para muchas personas, mirar el móvil se ha convertido en una nueva forma de navegar por las complejidades sociales de la vida moderna. Se ha convertido en una forma de evitar situaciones incómodas, ya que cogemos el teléfono para evitar la atención no deseada de los demás, una forma de conocer a posibles parejas a través de sitios de citas como Tinder, y una forma de obtener una validación constante publicando en línea y buscando “me gusta”.
Pero estar hiperconectado puede interferir en tu compromiso con las relaciones y experiencias reales, puede causar dolores y molestias, e interferir con el sueño. Incluso puede llevar a la adicción a Internet si se está constantemente conectado y no se puede desconectar. Estos consejos de Movical te ayudarán a dejar tu celular:
Cómo dejar la adicción al móvil y estar más presente
Entonces, ¿Qué debe hacer cuando quiere desconectarse del móvil y le resulta difícil? Estos consejos pueden ayudarte.
Ya sea por negocios o por placer, organice un encuentro en persona en lugar de confiar en la facilidad de enviar mensajes de texto o hablar por teléfono. Si no puedes quedar cara a cara, coge el teléfono y habla por teléfono, en lugar de enviar mensajes de texto.
Si tienes una noticia y sabes que podrías ver a un amigo más tarde en el día, resiste a enviar mensajes de texto o a publicar tus noticias en Facebook o Instagram. Espera a ver a tu amigo y entonces cuéntale tus noticias verbalmente. Esto evitará que tus habilidades verbales y sociales se deterioren por el uso excesivo de los mensajes de texto para comunicarte, un gran problema para las personas con adicción al ordenador.
Cuando estés con otra persona, apaga o ignora tu teléfono si suena: coger una llamada en medio de una conversación es el colmo de la mala netiqueta.
Elija experiencias reales en lugar de virtuales
Elige conscientemente vivir experiencias reales en lugar de virtuales. En lugar de buscar información en Internet, ve a la biblioteca y coge un libro. En lugar de jugar a los videojuegos, únete a un equipo o a un club de ajedrez. Salga a ver artistas en directo, en lugar de verlo todo por Internet.
Puede que te guste la sencillez y la eficacia de hacerlo todo desde el móvil, pero esto no te proporcionará las mejores ni más significativas experiencias.
Esto mejorará tu salud física y mental, y reducirá los patrones de comportamiento adictivos. Y puede que descubras que el mundo real es más dinámico, polifacético y agradable que el mundo virtual.
Reserva el dormitorio para el sueño y el sexo
Un componente central de los buenos hábitos de sueño, guardar el dormitorio para el sueño y el sexo, y dejar el móvil en otra habitación de la casa no sólo mejorará la calidad del sueño.
También reducirá la probabilidad de que los mensajes de texto y las llamadas telefónicas invadan su tiempo personal. Y si dependes de tu teléfono móvil para enviar mensajes sexuales, ver porno en Internet o realizar otras actividades de cibersexo, tu vida sexual puede estar abocada a los problemas.
Valora los espacios vacíos de tu día
Una de las razones por las que nos volvemos dependientes de nuestros teléfonos móviles es porque es muy fácil sacarlos cada vez que tienes un espacio vacío en tu día.
Una consecuencia desafortunada de esto es que se puede sentir como una pérdida de tiempo cada vez que no estás revisando tus correos electrónicos cuando no estás ocupado en otra actividad. Sin embargo, los espacios vacíos son importantes para sentirse cómodo con uno mismo y el proceso de simplemente ser, que es una parte importante del bienestar mental. Aprovecha este tiempo para practicar mindfulness u otra técnica de relajación.
Establece tus propios límites
En lugar de pensar automáticamente que debes tener el móvil a mano en todo momento, establece límites sobre cuándo lo vas a mirar o no.
Déjalo deliberadamente fuera de tu alcance cuando prefieras concentrarte en otra parte de tu experiencia. Siempre puedes devolver las llamadas o responder a los correos electrónicos más tarde.
