El arbitraje es una forma de resolución de conflictos vinculante basada en un contrato. En otras palabras, el derecho de una parte a someter un litigio a arbitraje depende de la existencia de un acuerdo (el “acuerdo de arbitraje”) entre ella y las otras partes del litigio para que éste se someta a arbitraje.

Los contratos comerciales suelen incluir una disposición sobre la forma de resolver los conflictos relacionados con ese contrato. Si las partes optan por el arbitraje, el acuerdo de arbitraje generalmente formará parte del documento que registra los términos de la transacción comercial. Las partes también pueden celebrar un acuerdo de arbitraje después de que haya surgido una disputa.

Al suscribir un acuerdo de arbitraje, las partes acuerdan remitir su disputa a un tribunal neutral para que decida sus derechos y obligaciones. Aunque a veces se describe como una forma de resolución alternativa de conflictos, el arbitraje no es lo mismo que la mediación o la conciliación. Un mediador o conciliador sólo puede recomendar resultados y las partes pueden elegir si aceptan o no esas recomendaciones. En cambio, un tribunal de arbitraje tiene el poder de tomar decisiones que vinculan a las partes.

Uno de los atractivos del arbitraje es que suele ser más fácil ejecutar un laudo en otro país que una sentencia judicial. Dicho esto, los regímenes de ejecución varían y es crucial tener en cuenta las perspectivas de ejecución a la hora de decidir si se arbitra una disputa y, en caso afirmativo, cómo hacerlo, antes de gastar demasiado tiempo y dinero. Este es especialmente el caso si el dinero en el banco es uno de los factores importantes para arbitrar.

El convenio arbitral

El convenio arbitral determinará los elementos clave del proceso. Por ejemplo:

  • ¿El tribunal estará compuesto por una o tres personas?
  • ¿Cómo se seleccionarán los árbitros?
  • ¿Dónde tendrá lugar el arbitraje y (posiblemente diferente) dónde estará la “sede” legal o lugar del arbitraje?
  • ¿Se llevará a cabo el arbitraje de acuerdo con las normas de una institución arbitral concreta o será “ad hoc”?

Todos estos factores pueden tener un efecto significativo en el tiempo y el coste del arbitraje. Por lo tanto, si está considerando la posibilidad de celebrar un acuerdo de arbitraje, debe asegurarse de contar primero con el asesoramiento de un abogado experto.

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